Pedro Aquino y el veterano principiante

Nuestro CEO, José Garrido-Lecca, escribió un artículo en la sección Mundo Management del suplemento Día 1, del diario El Comercio, sobre el aprendizaje como factor preponderante en las organizaciones cuando enfrentan procesos de transformación.


Garrido-Lecca destaca la tarea fundamental del directivo, quien debe reconocer con humildad los cambios en los paradigmas y "desaprender para aprender".


Mientras más veteranos somos, más conscientes debemos ser de que el aprendizaje es constante. Por eso, una de las tareas fundamentales del directivo es desaprender para aprender.


El caso de Pedro Aquino, volante de la Selección Peruana de Fútbol, nos permite aproximarnos a un factor preponderante en las organizaciones cuando enfrentan procesos de transformación: el aprendizaje.


Todos tenemos en la mente que en el fútbol los once jugadores titulares son las estrellas del equipo y quienes deben empezar todos los partidos.


Pero Aquino ha demostrado ser un jugador fundamental para los segundos tiempos. ¿Cómo explicarle al jugador –y de paso a la hinchada- que no tiene nada de malo ser un jugador de segundos tiempos?


Es aquí donde surge una de las tareas fundamentales del directivo: desaprender para aprender.


Lograrlo implica humildad para reconocer que no sabemos todo y tolerancia para asumir los cambios de paradigmas.


La lógica nos dice que mientras más experiencia tenemos más veteranos nos volvemos y, por lo tanto, más arrogantes y reticentes al cambio.


Error. Mientras más veteranos nos volvemos, más conscientes debemos ser de que el aprendizaje es constante. Es decir, hay que “vivir la novedad del veterano principiante”.


Piénsenlo así: No importa cuántas pinturas haya hecho Van Gogh, o cuántas novelas haya escrito Garcia Márquez. En cada una de estas obras siempre hubo una novedad, una particularidad única, que resaltó junto al uso excelso de la técnica.


A diferencia del artista, en una organización el esfuerzo empieza en el directivo, quien debe logras que el sistema incorpore nuevas formas de pensar, sentir y hacer. La firma de la obra de arte no será única, sino compartida. Y ello no hace más que reafirmar el carácter de servicio y humildad, inherentes a un directivo.


Si usted logra aprender a desaprender quizá no llegue al Mundial de Fútbol, pero estará en condiciones de formar un equipo, donde todos los jugadores puedan jugar en cualquier momento y en la posición donde las circunstancias y el sentido de propósito lo ameriten.